Atender las controversias suscitadas entre los prestadores de servicios de la salud y sus pacientes, con calidad, calidez, amabilidad, prontitud, diligencia, honestidad, imparcialidad, equidad, confidencialidad y justicia a fin de restablecer la confianza y comunicación entre los mismos mediante una sana solución, y contribuir a la mejoría de la calidad en la prestación de los servicios de salud, en el ámbito estatal.